lunes, 18 de marzo de 2013

LA TROIKA IMPONE CENSURA SOBRE EL COLAPSO SOCIAL DE GRECIA

La Troika ha decretado una censura total en los medios de comunicación europeos sobre la situación de verdadera emergencia humanitaria hacia la que se encamina el pueblo griego bajo su intervención y saqueo. Mientras el paro, la pobreza y el hambre se extienden, las clases populares griegas están protagonizando un auténtico estallido de luchas y resistencia social que sólo encuentran como respuesta la brutal represión del gobierno y los ataques del partido nazi Amanecer Dorado.

La noticia saltaba a través de las redes sociales, porque ni un solo medio de comunicación europeo se ha hecho eco de ella. Amnistía Internacional ha denunciado en Bruselas a la policía, al ministerio del Interior y al gobierno griego entero por la tortura a cuatro anarquistas –a los que no permitieron ni contactar ni ser representados por sus abogados– acusados de robar bancos, dinero que luego repartían a la gente en las puertas de los mercados. Amnistía Internacional supo del hecho gracias a la confesión del funcionario de policía encargado de retocar con Photoshop las fotografías de los cuatro arrestados, dos de los cuales se recuperan en el hospital de graves lesiones. Es sólo la punta del iceberg del estallido social que vive Grecia.
Los asaltos a los supermercados se multiplican Pero sus autores no son bandidos armados sino gente furiosa y hambrienta que, sin empuñar siquiera un arma, cuentan con la complicidad de los empleados para que cojan lo que necesitan.
Empresarios agrícolas se niegan a destruir sus productos, como ordena la UE para mantener los precios. Y en su lugar acuden a las plazas de ciudades y pueblos a distribuirlos gratuitamente a los vecinos.
Días atrás, 200 empresarios lecheros, que se han visto desposeídos de sus propiedades por no poder devolver las deudas y ahora son empleados de la multinacional alemana Müller, se negaron a entregar su producción de leche de la semana a las grandes cadenas de distribución europeas y regalaron 40.000 lotes de yogur griego a la población, distribuyéndolos a las puertas de colegios y hospitales.
“Miles de familias pobres son castigadas por el gobierno cortándoles el suministro de electricidad” El pasado domingo, 50 activistas enmascarados y armados con cócteles molotov atacaron una mina de oro en el norte de Grecia, incendiando bulldozers, camiones y excavadoras pertenecientes a la empresa minera canadiense El Dorado. La multinacional obtuvo la concesión de la explotación pagando sólo 11 millones de euros al Estado griego, cuando se calcula que existe oro y cobre por valor de 12.000 millones de euros. Los habitantes rechazan la explotación que está afectando severamente a los pilares de la economía local: el turismo, la agricultura y la pesca.
Una auténtica crisis humanitaria
Todo esto no es más que un pálido reflejo de las luchas e iniciativas que las clases populares griegas están levantando en respuesta a la intervención y el brutal saqueo del FMI y Berlín y que está conduciendo al país a lo que no puede calificarse ya más que como una verdadera crisis humanitaria.
“Los menores de 25 años reciben un salario mensual de 511 euros brutos” El paro que era del 9,5% en 2009, antes de la transformación de Grecia en un conejillo de Indias por la Troika y sus lacayos locales, ha subido al 28% en 2013. Lo que hace las cosas aún peor es que en realidad, de todos los desempleados (1.300.000), menos de 200.000 (uno de cada siete parados) reciben algún tipo de prestación. Que, tras los recortes, oscilan entre un mínimo de 180 euros y un máximo de 468 al mes. Y que se percibe sólo por un período máximo de 12 meses.
El porcentaje de la población que vive en condiciones de pobreza, ha pasado del 12,1% que había en 2009, al 23% de 2011, último año del que se tienen estadísticas. Pero además, mientras que en 2009 vivir en la pobreza era ganar menos de 7.178 euros anuales (598 euros al mes), con el retroceso del PIB en un 24% debido a las medidas impuestas por la Troika, ahora se considera pobre solamente a quien gana menos de 5.950, es decir, 495 euros al mes.
Según la propia Comisión Europea, entre 2009 y 2011, Grecia ha sufrido la caída más violenta del “ingreso real de los hogares” de toda Europa: las familias griegas han perdido en sólo 3 años un 17% de su renta disponible real.
La mayoría de los trabajadores y empleados griegos, tanto en el sector privado como en el público (así como los pensionistas), han perdido el 30%, el 40% o incluso el 50% de sus ingresos durante esta pesadilla de tres años. Y, sin embargo, se les considera “afortunados” por seguir teniendo un trabajo. Trabajo cuyo salario mínimo está ahora situado en 586 euros (brutos) al mes, mientras que los menores de 25 años reciben un salario mensual de 511 euros (brutos también). Pero la realidad es aún peor. En el sector privado, muchos empresarios chantajean a sus trabajadores para obligarles a aceptar “salarios” de 300 euros, por supuesto sin ningún tipo de seguridad social.
Las reducciones de impuestos a las familias de los trabajadores desempleados o con familia numerosa para educación, gastos médicos, etc, han sido abolidas. Por contra se han aprobado una serie interminable de impuestos “extraordinarios”: sobre la vivienda, de solidaridad social, etc. Para autónomos y pequeñas y medianas empresas los impuestos han subido hasta en un 420%. Todos los ingresos procedentes de estos impuestos se tiran directamente en el agujero negro de la “recapitalización del sistema bancario”, y en el pago de los intereses de la deuda. Mientras tanto, grandes empresarios y multinacionales disfrutan de exenciones de hasta el 60%.
“Toda esta crisis humanitaria es la que la Troika está censurando que se conozca” Miles de familias pobres que no pueden pagar son castigadas por el gobierno griego, que corta el suministro de electricidad en sus casas si no pagan el impuesto de la vivienda. Un inhumano “castigo” que ha sido declarado inconstitucional por la Corte Suprema, pero sin embargo sigue siendo aplicado por el gobierno títere, siguiendo las instrucciones de la Troika. A pesar de la olas de frío, el consumo de gasóleo para calefacción ha caído un 75%. Su precio se ha multiplicado casi por 3 desde 2009.
Los recortes de un 40% en el presupuesto de Sanidad, junto con la introducción de un mayor copago han provocado una situación crítica en numerosos hospitales, y que muchos ciudadanos (sobre todo jubilados) no puedan pagar sus medicamentos. Una situación que ha llevado al Centro de Control de Enfermedades de la UE a advertir contra un brote inminente de infecciones virales, virus hospitalarios, enfermedades contagiosas,…
El hambre se está extendiendo rápidamente en todo el país, especialmente en las zonas urbanas, por primera vez desde la época de la ocupación nazi. Los sindicatos de docentes de varias regiones del país, han informado a las autoridades de que muchos alumnos llegan a la escuela sin desayunar o comer, y hay cada vez más casos de desmayos diarios de los alumnos en las aulas debido al hambre. La asociación de médicos hospitalarios, por su parte, ha denunciado que un número creciente de niños son llevados a los hospitales públicos con graves problemas estomacales debido a que sus padres no pueden permitirse el lujo de comprarles leche para bebés y otros productos de alimentación infantil (muy caros), alimentándolos a cambio con productos más baratos de adultos.
Toda esta crisis humanitaria es la que la Troika está censurando que se conozca en el resto de Europa. Ellos sí son conscientes de las consecuencias que su criminal política está provocando en la población. Hasta el punto  de que 50 economistas (entre los que se encuentra Hans-Werner Sinn, asesor personal de Merkel y el mismo que ha dicho que a España le quedan 10 años de austeridad y que hay que rebajar un 30% los salarios, pensiones y ayudas sociales) han presentado un informe urgente al Consejo de Europa, al BCE y la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la UE, diciendo que “Grecia debe salir, rápida y temporalmente del Euro, devaluando su moneda un 20/30%, bajo el riesgo de la definitiva destrucción de la economía, que ha llegado a un punto tal de degradación que podría ser considerada como “tragedia humanitaria” y por tanto empezar a barajar la hipótesis de pedir la intervención de la ONU”.
Pero no sólo quieren evitar que esta dramática situación sea conocida por el resto de países europeos, sino también que nos enteremos de las iniciativas, las luchas, y el hermoso ejemplo del movimiento de solidaridad social que las fuerzas y las clases populares están poniendo en marcha. Un movimiento dirigido a ayudar a que los sectores del pueblo más afectados puedan supervivir con dignidad y mantener de esta forma su espíritu y capacidad de lucha para derribar a todo el sistema político corrupto y catastrófico. Un asunto del que nos ocuparemos ampliamente en la próxima entrega.

Fuente: Deverdaddigital/ sereslibres

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